Artículo traducido por Alejandro Borgo, Director del CFI/Argentina.
Los científicos chiflados son muy proclives a trivializar y abusar de la ciencia -especialmente de la física- y particularmente de la física fundamental.
Por eso es crucial luchar contra la pseudociencia donde más le duele: en el nivel fundamental. Si bien hay muchas críticas hacia los promotores de la falsa ciencia y sus ideas son desacreditadas en los hechos, hay pocos análisis profundos disponibles sobre la forma falaz en que hacen mal uso de la ciencia fundamental. En este artículo, mi propósito es ayudar a corregir las cosas, llenando las lagunas existentes. Uno de los primeros en vulgarizar la física fundamental fue Deepak Chopra, cuyo uso indiscriminado de palabras tales como quantum, energía, campo y no-localidad los torna tan frívolos como un eructo luego de hacer un curso para aprender a cocinar pollo tandori. Por consiguiente, vale la pena examinar su “física” y desentrañar las indignantes burradas conceptuales que inventa innecesariamente, especialmente cuando éstas sirven como fundamento de las conclusiones que vende a sus lectores y seguidores como hechos científicos.
El libro
Chopra logró la celebridad cuando publicó La curación cuántica (Quantum Healing), libro vanguardista sobre la medicina mente/cuerpo en el cual engaña a sus lectores haciéndoles creer que la medicina india tradicional, Ayurdeva, tiene base científica. Desde entonces, su misión es vender el mensaje que dice que el universo es consciente, que la conciencia crea y gobierna la materia, y que la física moderna está en el corazón de este mensaje. La táctica perniciosa que usa para dicho propósito es decorar sus discursos y escritos con los nombres de físicos famosos como Einstein, Planck, Schrödinger y Heinsenberg, y atribuirles sus propias ideas sobre la mente y la materia. (1)
Dado que La curación cuántica inició la novedosa trivialización de uno de los logros científicos e intelectuales más grandes de la humanidad, resulta instructivo presentar al lego una rigurosa evaluación científica del contenido del libro. Pero primero tenemos que evaluar la integridad profesional del autor. Después de todo, la premisa principal de la ciencia es la honestidad. Stanley Pons y Martin Fleischmann eran científicos confiables antes de su apresurado anuncio del descubrimiento de la fusión en frío, en marzo de 1989, luego del cual cayeron en desgracia frente a la comunidad científica (Huizenga, 1992). ¿Puede La curación cuántica pasar el test de honestidad científica?
El título del libro proclama una idea revolucionaria que requiere del autor un nivel de integridad intelectual equivalente a la de otros científicos revolucionarios. La integridad se ve, en parte, por la forma en que los científicos usualmente reconocen a los individuos que han tenido un rol en la construcción de las ideas expresadas en el trabajo. Einstein, en su artículo sobre la revolucionaria teoría especial de la relatividad, reconoce a su desconocido amigo Michele Besso, quien trabajaba con él en la oficina de patentes de Berna (Einstein, 1952). En un apartado en el que relata cómo nació la relatividad especial, Einstein profundiza sobre las conversaciones que tenía con Besso y cómo esas conversaciones ayudaron a consolidar su idea de la relatividad del tiempo (Hassani 2010, 362). De forma similar, dos artículos fundamentales de Planck que dieron origen a la teoría cuántica contienen numerosas menciones de los físicos que lo ayudaron a moldear la idea del quantum. Su gratitud se manifiesta principalmente en la conferencia que dio cuando ganó el premio Nobel, donde atribuye su descubrimiento del cuanto electromagnético a Ludwig Boltzmann, creador de la mecánica estadística, declarando “...este problema me llevó automáticamente a una consideración de... las ideas de Boltzmann; hasta que luego de algunas semanas del trabajo más extenuante de mi vida, la oscuridad devino en luz, y una inimaginable perspectiva se abrió delante mío” (Planck, 1918).
This article was originally featured in Skeptical Inquirer in English.
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Semejantes reconocimientos de los descubridores de las ideas científicas no solo son un signo de honestidad sino también un recordatorio de que la ciencia es una emprendimiento colectivo que abarca no solo la invención de una sola persona sino la colaboración de una comunidad que llega a todo el globo y se extiende hacia el pasado y el futuro. Con el objetivo de contribuir con la ciencia, uno primero tiene que enterarse de las contribuciones relevantes hechas por otros científicos; uno puede ver más adelante solo “subiéndose a los hombros de los gigantes”, y cualquier “nuevo tipo de ciencia” que contradiga las ideas establecidas y empíricamente probadas sin presentar buena evidencia en contra solo puede ser el invento de un chiflado.
Chopra debería atenerse estrictamente al estándar de integridad como los científicos que a él tanto le gusta mencionar en sus discursos y escritos. Así es no solo porque está escribiendo sobre (su distorsionada versión de la) ciencia, sino también porque tiene millones de seguidores que literalmente lo consideran como un profeta. Sus palabras, empañadas por una terminología robada a la ciencia -una disciplina venerada y confiable, aunque incomprendida por la gente- son máximas poderosas y eslóganes para sus discípulos.
La estafa: la desaparición de Maharishi
El autor de un trabajo sobre hechos reales que tenga honestidad intelectual, solo publica una segunda edición cuando hay cambios sustanciales en el contenido del trabajo, generalmente años después de la edición original. Dichos cambios, y la razón y el propósito de ellos, se expresan claramente en el prefacio de la nueva edición, mientras que el prefacio de la edición anterior también se deja en el libro con el propósito de compararlos. La edición de tapa dura de La curación cuántica salió en 1989 y la edición en rústica en 1990. En la Introducción, Chopra relata sus encuentros con “uno de los más grandes sabios vivos”, que le impartió algunas técnicas antiguas que “restaurarían las habilidades para curar con la mente” (Chopra 1989, 2-4; también disponible online en http://skepticaleducator.org/wp-content/uploads/2015/03/IntroToFirstEd.pdf). En uno de los encuentros, el sabio le dice a Chopra: He estado esperando largo tiempo para sacar a relucir algunas técnicas especiales. Creo que van a transformarse en la medicina del futuro. Se conocían en el pasado remoto pero se perdieron en la confusión del tiempo; ahora quiero que las aprendas, y al mismo tiempo quiero que expliques clara y científicamente cómo funcionan. (2).
Por lo que dice, uno tiene la inequívoca impresión de que si no fuera por sus contactos con este gran sabio, Chopra nunca se hubiera encontrado con el “descubrimiento” descrito en su libro. De hecho, se siente en deuda con el sabio al que le dedica el libro “con todo mi corazón y las más profundas gracias al Maharishi Mahesh Yogi” (Chopra, 1989; también disponible online en http://skepticaleducator.org/wp-content/uploads/2015/03/Dedication.pdf). Como la influencia del Maharishi en el “descubrimiento” de Chopra es evidente a lo largo del libro, uno podría pensar que, al igual que un científico honesto, Chopra esta reconociendo las conversaciones que tuvo con el sabio y cómo esas conversaciones pueden haberle ayudado a moldear sus ideas. Sin embargo, ello sería pensar prematuramente porque el reconocimiento aparece solo hasta la décimo-cuarta edición del libro.
La décimo-sexta edición y las que le siguen (3) parecen ser la “segunda edición” porque contienen una sola página titulada “Prefacio a la Nueva Edición”. Sin embargo, la usual leyenda “Segunda Edición” ha desaparecido de la tapa. Más aún, al contrario que cualquier nueva edición, no tiene el prefacio de la primera edición. Así que... ¿Por qué escribir el prefacio para la “nueva edición”? Un cambio sospechoso en la nueva edición es que todas las citas del nombre del Maharishi fueron quitadas; los encuentros con él, que fueron el punto de partida de la curación cuántica, no se mencionan; las técnicas cruciales del “sonido primordial”, que eran “las terapias curativas más fuertes en Ayurveda” y se prescribían para enfermedades incurables como el cáncer, desaparecieron; no hay mención alguna de la revelación de “algún gran secreto” que haya tenido lugar luego del encuentro con el Maharishi; no se menciona cómo el Maharishi le enseñó a Chopra “cómo perforar la máscara de la materia”. Por lo tanto, el nuevo prefacio parece una pantalla de humo para que Chopra borre el nombre de la persona que le implantó la idea del libro en su mente.
Este borrado se manifiesta desvergonzadamente en las bibliografías de las dos “ediciones”. En la bibliografía de las impresiones anteriores del libro, Chopra escribe “Recomiendo enfáticamente los siguientes once libros, todos los cuales participaron en mi educación sobre estas fascinantes disciplinas” (Chopra, 1989; también disponible online en http://skepticaleducator.org/wp-content/uploads/2015/03/Biblio1.pdf). Dos de estos once libros son del Maharishi. En la bibliografía de la décimo-sexta edición y posteriores, también recomienda once libros, pero ¡solo figuran nueve! (4). Ustedes pueden imaginarse cuáles dos faltan. Dicha acción, que debería avergonzar a Chopra y su editor, y en un frenético apuro que solo puede atribuirse a charlatanes y estafadores que quieren ocultar la evidencia, Chopra borró toda huella del nombre del Maharishi y la influencia del gurú en La curación cuántica, pero se olvidó de contar el nombre de libros que permanecieron en la bibliografía.
La “segunda edición” ¿tenía cambios sustanciales en el contenido del libro? Aunque Chopra menciona el cambio en sus visiones en el prefacio de la nueva edición, no dice cómo el cambio afectó su contenido. De hecho, si comparan las páginas de la primera y segunda ediciones, como yo hice, encontrarán que prácticamente no hay cambios en el contenido exceptuando el borrado de cualquier referencia al Maharishi. Lo que hace que todo sea sospechoso es que no hay explicación alguna para cualquiera de estos cambios en el libro.
La metida de pata: “Explicación” luego de la muerte del Maharishi
Como colaborador habitual de The Huffington Post, Chopra escribió apresuradamente un artículo el 13 de febrero de 2008 (disponible online en http://www.huffingtonpost.com/deepak-chopra/the-maharishi-years-the-u_b_86412.html). Es importante examinar las partes más destacadas del artículo, como la narración de la turbulenta relación de Chopra con el Maharishi, especialmente porque el artículo está lleno de relatos de encuentros íntimos entre los dos, con extrañas afirmaciones que a menudo se parecen a milagros. Chopra comienza el artículo informando la publicación de su libro Perfect Health, en 1991, por lo menos seis años antes de conocer al Maharishi. No menciona su anterior libro, La curación cuántica, por lejos su libro más influyente, germen de la idea de lo que fue implantado en su mente luego de varios encuentros con el gurú. Ignora completamente que en 1985, inmediatamente después de sus reuniones con el Maharishi, renunció a su trabajo en en New England Memorial Hospital para fundar el Maharishi Ayurveda Health Center, en Boston (https://en.wikipedia.org/wiki/Deepak_Chopra). No menciona el hecho de que fue en este Centro donde tomaron forma sus ideas para escribir La curación cuántica (Chopra, 1989). No explica por qué cambió el nombre del centro a Ayurveda Health Center en las últimas ediciones del libro.
Chopra continúa: “Cuando estaba en meditación tuve una visión del Maharishi acostado en una cama de hospital con sondas intravenosas en su cuerpo respirando con un respirador”. Inmediatamente tomó un avión desde Chicago hasta (Nueva) Delhi y encontró al Maharishi exactamente como lo vio en su visión. Debido al grave estado del Maharishi, se decidió que viajara a Londres. Chopra toma un vuelo a Londres y hace arreglos para que el Maharishi sea admitido en un hospital privado. Mientras estaba parado fuera del hospital, mirando la ambulancia entre el tránsito, uno de los médicos acompañantes fue con la noticia de que el Maharishi había muerto súbitamente. Chopra corre hacia la ambulancia “levantando el cuerpo del Maharishi y llevándolo en mis brazos entre el tránsito de Londres”. Sin embargo, luego de veinticuatro a treinta y seis horas el asistente les informó que el Maharishi se estaba recuperando milagrosamente.
Pero la recuperación fue un tanto lenta. “Llegó un punto en el que el médico nos informó que (el Maharishi) tenía una anemia severa y necesitaba una transfusión de sangre. Cuando chequearon el tipo de sangre del Maharishi, resultó ser que yo era el único dador compatible”. Luego del hospital, el Maharishi fue trasladado a una casa de campo en el sudeste de Inglaterra donde “pasé horas cuidándolo personalmente”. El Maharishi estuvo fuera de circulación durante casi un año; pocos miembros del movimiento de Meditación Trascendental sabían dónde estaba. Luego de recuperarse totalmnte, lo llevaron en helicóptero a la pequeña villa de Vlodrop, en Holanda.
No está claro quién decidió llevarse al Maharishi a un lugar donde no lo viera nadie. Lo que está claro es que el permaneció en Vlodrop mientras Chopra “fue enviado, como uno de sus principales emisarios, en un vuelo de rutina... Donde iba me respetaban como a mi gurú, con ceremonias que rayaban la veneración”. En julio de 1993, Chopra fue a ver al Maharishi en sus habitaciones privadas para darle “sus respetos”, y el Maharishi dijo, “La gente me está diciendo que estás compitiendo conmigo... Quiero que dejes de viajar y vivas aquí en el ashram conmigo”. También quería que Chopra pare de escribir libros. Luego las deliveraciones llegaron a un ultimátum, “Me dio veinticuatro horas para que me decida”.
El 13 de febrero de 2008, cuando el artículo apareció en el Huffington Post, habían pasado solo ocho días desde la muerte del Maharishi y más de catorce años luego de que Chopra cortara relaciones con él en el segundo semestre de 1993. Chopra debía haber tenido el artículo listo cuando el Maharishi estaba en su lecho de muerte. ¿Qué motivos puede tener uno para esperar catorce años para contar una historia con tanto autobombo y tan íntima sobre una relación entre una persona y otra, y luego publicar la historia inmediatamente después de la muerte de la última? ¿Podría haber alguna intención de manchar los hechos?
Cualquier lector inteligente que no se ha dejado deslumbrar por el encanto de Chopra puede ver en el artículo del Huffington Post el poder de la lucha entre un viejo gurú y un discípulo conspirador que está tratando de robarle la congregación al gurú para beneficiarse personalmente? El lector también puede detectar el indignante intento de retratarse a sí mismo como un ser sobrehumano con un poder de cura milagroso, alguien que puede ver hechos que suceden a miles de millas. Por el contrario, un seguidor, cree cada palabra de la historia y la divulga a otros potenciales seguidores. Este es el público para el que Chopra escribió el artículo. Y este es el público que debería estar alerta acerca de su deshonestidad profesional.
La eliminación por parte de Chopra de todas las referencias al Maharishi en las últimas ediciones de La curación cuántica -independientemente de cualquier conflicto personal que él pueda haber tenido con el gurú- revela su falta de integridad profesional, de acuerdo con su propia admisión en las ediciones anteriores, de que sus varios encuentros con el Maharishi fueron los que lo inspiraron a “explicar, clara y científicamente, cómo (las técnicas de Ayurveda) funcionaban”. Y su explicación del conflicto, publicadas apresuradamente en el Huffington Post inmediatamente después de la muerte del Maharishi, es un signo revelador de su hipocresía profesional.
Parafraseando una famosa cita del fallecido Carl Sagan, los títulos de libros extraordinarios requieren un profesionalismo extraordinario. Este artículo ha documentado suficiente evidencia que demuestra que el profesionalismo de Deepak Chopra al escribir La curación cuántica, es de tan baja calidad que raya en la charlatanería.
Notas
- En la conferencia de apertura (https://www.youtube.com/watch?v=o-ijyqWzDrY&feature=kp) que Chopra dio en una reunión organizada por Salesforce en 2013, repetidamente menciona los nombres de varios científicos famosos, incluyendo a Newton, Einstein, Planck, etc., para convencer a la audiencia que la energía oscura y la materia oscura no solo son desconocidas sino también “incognoscibles” y que los científicos no deberían esconder la verdad. El videoclip en https://youtu.be/dA89wWI6ljo compara el mensaje de Chopra con otro poeta/profeta que también advertía sobre buscar la verdad y sirvió a los fines de pavimentar el camino hacia el Oscurantismo.
- Parece que el sabio estaba equivocado. Una técnica que de alguna manera está relacionada a la ciencia viene después de que se haya obtenido el conocimiento científico como prerrequisito. Uno nunca empieza con una técnica y luego solicita (o exige) una explicación científica. Es como si el papa le pidiera a un científico católico que ¡encuentre una base científica para el Ave María!
- No he visto la décimoquinta edición, así que no sé si el nombre del Maharishi está presente o no.
- Debido a que la “segunda edición” de La curación cuántica es solo una farsa, las fechas que aparecen en la página del copyright se refieren a la primera “edición”, o sea la de 1989 en tapa dura y la de 1990 para la edición comercial. Por lo tanto es difícil referir la “segunda edición” -que presumiblemente apareció en 1993 o 1994 luego de que Chopra rompiera con el gurú- de manera apropiada. Solo mirando el número de edición en la página del copyright uno puede anticipar si el libro contiene o no el nombre del Maharishi. En la trigésimo-cuarta edición que compré en 2013, Chopra no corrigió la bibliografía: todavía recomienda once libros y ¡hace una lista de nueve! Esta bibliografía se puede encontrar online en http://skepticaleducator.org/wp-content/uploads/2015/03/Chopras-bibliography.pdf.
- La fecha del post ha cambiado al menos una vez desde que la descubrí por primera vez el 2 de julio de 2011. El 18 de marzo de 2015, la fecha se cambió al 31/12/1969, 7:00 pm EST y el post parece haber sido actualizado el ¡17/11/2011! Hay una copia disponible en http://skepticaleducator.org/wp-content/uploads/2015/03/Deepak-Chopra-The-Maharishi-Years-The-Untold-Story-Recollections-of-a-Former-Disciple-.pdf) En mi opinión, 31/12/1969 7:00 pm EST es la época de algunas plataformas, y es el default al cual el sistema revierte cuando la fecha y hora de un archivo es ingresado incorrectamente.
Referencias
Chopra, D. 1989. Quantum Healing: Exploring the Frontiers of Mind/Body Medicine. New York: Bantam Books.
Einstein, A. 1952. The Principle of Relativity. New York: Dover Publications, Inc.
Hassani, S. 2010. From Atoms to Galaxies. Boca Raton: CRC Press.
Huizenga, J. 1992. Cold Fusion: The Scientific Fiasco of the Century. Rochester: University of Rochester Press.
Planck, M. 1918. Nobel lecture. Available at http://www.nobelprize.org/nobel_prizes/physics/laureates/1918/planck-lecture.html.